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La revolución de los

becarios (o cómo

empezó todo)

Crear una página corporativa con los logros del año, que te llame la atención entre decenas de aburridas páginas corporativas, puede ser difícil. Pero en manos de unos becarios, puede ser la oportunidad de colar lo que nadie se esperaba en el Anuario de la Creatividad Española.

Porque en esta profesión siempre hay un brief, pero si además de cumplirlo se consigue tantear un puesto de trabajo, trascender el soporte y rizar el rizo de la autopromoción, pues oye, está muy bien.

Eso sí, ¿el mejor resultado? Dejar de ser becaria.

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